Desde los ’70, he venido observando el rasante desarrollo de tecnologías digitales cuya historia es conocida y evidentemente espectacular. Asociada a ellas, la robótica, la Inteligencia artificial, las comunicaciones, la automatización y muchas aplicaciones específicas en la industria, sin embargo, fueron promocionadas e incentivadas como el santo grial para el trabajador del futuro, mas tiempo para la familia, mejor salud y mayores alternativas para la entretención y esparcimiento. Recuerdo la gran cantidad de visionarios, en los ’60 y ’70 imaginando un futuro esplendoroso donde la tecnología parecía ofrecer la solución a muchos problemas de la sociedad. Por supuesto que no todos pensaron un mundo iluminado y aparecieron también los que veían en todo este incontenible desarrollo, amenazas al hombre, a la sociedad y al planeta. Pero cuando se trataba la contabilidad de los benéficos vs los riesgos tendieron a ver este ambiguo futuro luminoso como la siguiente escala evolut
Hace poco me topé con un tema que había dejado en el tintero y cuyo titulo es ... "la muerte de la filosofía", sentencia hecha nada más y nada menos que por Stephen Hawking, allá por el 2011 en su libro “El gran diseño” co-escrito con Leonard Mlodinow. Levantó airadas críticas y comentarios afiebrados de filósofos del calibre de Umberto Ecco, que destroza los argumentos blandidos en el mentado libro de forma magistral y simple. Alegando que probablem ente no fue prudente confiar el destino de la filosofía a personajes de una serie de ciencia ficción. Refiriéndose al Sr. Mlodinow como guionista de Star Trek. (cierto !) En fin, sin embargo este tema de la muerte de ideo-logismos y tendencias no es nada nuevo. En otro artículo sobre la actualidad en filosofía aparece un contemporáneo de Umberto, el Filósofo alemán Peter Sloterdijk, que en su ensayo ( Die Zeit Sept. 1999) “Normas para el parque humano”, aparece sentenciando la extinción del humanismo en manos
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