El camino, .. un camino


Hola amigos,
he querido resumir algunas cosas que me han ido sucediendo en este último tiempo y me veo ante una tarea que no es simple, precisamente por que no es fácil definir por donde comenzar.

Veamos, alguien puede decir que me conoce, que ha compartido conmigo un momento hace muchos años o que ha mantenido nutrida correspondencia con alguien que ha parecido ser yo, como sea se han llevado todos, incluso quienes forman parte de mi familia, sólo un retazo de lo que en efecto soy, ni siquiera yo mismo podría definir con miras a una revelación quién es, quién tipea en este momento las teclas.

Pero no nos vayamos por las ramas. El Juan que esta detrás de este teclado es el que tiene cada uno en su memoria, a la vez aquel que reúne a todos y adicionalmente algo de lo que pueden leer en estas páginas. Este Blog tiene como tema de fondo entender la felicidad, cosa que no es un antojo de fin de semana o una arrancada cultural para impresionar a una audiencia ávida de novedades indescifrables, no. Mirando hacia atrás parece ser la conclusión de muchas vidas y muchos tropiezos con la misma piedra. Compartirlos no es mi único fin sino que pueda servirle a alguien de inspiración o de ayuda a un cambio más profundo y por cierto propio. Como escribí por aquí quiero ser un emprendedor de las buenas acciones.

Estuve en Paris durante una semana compartiendo con muchas personas, para ser preciso con más de 3000. Todos motivados y movidos por un objetivo común: un crecimiento espiritual y personal que va mas allá del típico balance comercial con que algunos administramos nuestras emociones.

Alguien de ustedes ha recibido bendiciones o se ha dejado bendecir?; cuantos de ustedes admitirían que han tenido momentos en su vida donde se han preguntado y esto es todo?; Cual es el sentido de esta vida?; A donde voy y a donde vamos? Donde esta Dios?; se han preguntado acaso cual es la función o el sentido de la fe?; Qué es la muerte?; Cual es la naturaleza de las cosas?; Porque estoy temeroso del futuro y trato de mantener y aferrarme a esas cosas que me parecen buenas y apetecibles a todo costo, cuando esas cosas siempre cambian, siempre?; y así cuando creemos que logramos alcanzar una felicidad construida, algo se desmorona por alguna parte y como un castillo de arena termina desmoronándose todo, llevándose esa felicidad “trabajada” y dejándonos un vacío que muchos llenan con rencor, frustración, depresión y otras malas yerbas; se han preguntado algunos qué es el amor, cual es su significado y su real ejercicio?; y más lejos aun qué es la compasión?, el perdón y que significa en la práctica amar al prójimo como a uno mismo?.

Estas y otras mil preguntas, olvidadas en un cajón en el desván de mi juventud fueron conversadas, desmanteladas, guiadas, meditadas y vueltas a vivir y a trabajar. Si, a trabajar, porque nunca me había dado el espacio para compartirlas con nadie que no hayan sido unos pocos de ustedes perdidos ahora en recuerdos añosos, ni tampoco ejercer mi espiritualidad, creyéndola innecesaria y relegándola a los débiles. Voy a ir develando sus respuestas una en una junto a ustedes. Encontré personas de todo el mundo, de diferentes culturas y educación, cada uno arrastrando su saco de sufrimientos me hicieron percibir la esencia de la humildad, y reconocer la sed que tenía de todo esto. Admiré la valentía con que muchos aun en los momentos más oscuros de sus vidas, no se dejaron abatir por las circunstancias y apoyados en una fe desconocida incluso en ellos mismos, surgieron fortalecidos y curiosamente mas felices.

En fin, para mi fue una maratón espiritual. Todos los días meditábamos en las mañanas, luego había una pausa, luego las enseñanzas del venerable Geshe Kelsang Gyatso. A medio día almorzábamos comida vegetariana, una pausa, después en la tarde había una revisión de las enseñanzas, después la cena y finalmente los rezos. Entremedio los encuentros, las charlas hasta altas horas de la noche y el compartir con otros sin intenciones personales.

Terminé agotado, pero feliz. Encontré una comunidad desconocida para mi, personas que viviendo en esta sociedad insaciable, lejos buscan acercarse a su propia divinidad o budeidad y no para un bien propio sino para el bien de todos.

Me confieso budista porque este es el camino espiritual que quiero seguir. Tal como aparece en el Libro tibetano de la vida y de la muerte:
… casi todos los maestros de todas las tradiciones están de acuerdo en que lo esencial es dominar un camino, una senda hacia la verdad, siguiendo una tradición con toda la mente y todo el corazón hasta el final del viaje espiritual. Mostrándose al mismo tiempo abierto y respetuoso hacia los destellos de sabiduría de todas las demás. En Tibet solíamos decir: “ Conociendo una, las logras todas”.

Efectivamente, mantenerse intelectualmente neutral nos aísla de la comunidad, de sus alegrías y miserias. Comprometerse a seguir un camino espiritual es entonces, reconocer y acercarse a lo divino que cada uno lleva en si mismo, que es una cosa y por lo tanto, de la misma naturaleza. Curiosamente acercándonos a los demás nos ayuda a reconocer que la felicidad propia comienza, donde comienza la felicidad de los otros.
Felicidad para todos.
Juan

Comentarios

Unknown dijo…
Querido Juan,
me parece muy interesante que te interese buscar la felicidad.Hay mucha gente no lo hace, no le importa o no quiere.
Bien por ti, y te deseo que sigas por esta senda, abriéndote a los demás como dices que dice el libro que citas.
Cariños
Pauline
Anónimo dijo…
Hola Juanito:
Despues del festival en Ulverston me siento totalmente identificada con lo que escribiste hace casi un año.
Un abrazo

Susy

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