El proyecto de gas que fue un cuento

A propósito del proyecto de Gas Camisea en Bolivia ...
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Había una vez un gran reino del norte. Su rey previendo las necesidades de energía, decidió invertir en un gran proyecto de gas en un pequeño reino del sur, enviando un edicto real para que ambos reinos sellaran un pacto de apoyo mutuo. En el sur existían muchos y diversos reinos, que desde tiempos muy remotos sostenían conflictos y tensiones que los mantenían ocupados en largas y eternas discusiones diplomáticas.
El rey de este pequeño reino del sur vió, sin embargo, cómo con este proyecto de inversión, podría iniciar los cambios sociales que su pueblo demandaba desde mucho tiempo y no dejaba de sonreír. Sucedió entonces que en los cabildos aldeanos aparecieron muchos, proclamando la usurpación de los recursos del reino por el gran reino del norte y temerosos de estos sucesos comenzaron a reclamar y a rebelarse. Ministros y otros consejeros del pequeño reino, viendo la oportunidad, que la inversión daba, presionaron a los reinos vecinos en demandas de territorios que creían usurpados hace cientos de años, acusando a otros de las deplorables condiciones en que el pequeño reino estaba.
Pasaron semanas y meses y el rey del gran reino del norte esperaba y esperaba.
Con el tiempo, todos los reinos del sur estaban envueltos en tremendas discusiones sobre las condiciones del proyecto de inversión, cual sería la participación de otros reinos locales y el futuro del pequeño reino. Delegaciones de ministros se reunían aquí y allá, muchos se insultaban, otros no escuchaban e incluso hubo algunos que acusaban al gran reino del norte de ser cruel e imperialista. Así un día, apareció ante la corte del gran reino del norte una delegación de ministros y diplomáticos de un lejano, pequeño, rico y laborioso reino oriental, ofreciendo sus recursos para invertir en un gran yacimiento de gas que podría resolver las necesidades del gran reino del norte.
Entonces, tras largas deliberaciones, el rey del gran reino del norte decidió invertir para su proyecto de gas, en este lejano reino del oriente y quitarles a los pequeños reinos del sur la terrible afrenta de desarrollar su industria. Hasta el día de hoy, los reinos del sur siguen discutiendo y nadie sabe hasta cuando.

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