Slow Down

Reflexionemos unos minutos, minutos que, a la luz de la ideología de la ganancia inmediata, estariamos invirtiendo en el único (y yo agregaría verdadero) capital que cada cual poseé: uno mismo.
Hace algunos meses me topé con un artículo de una prestigiosa revista internacional de negocios y posteriormente el mismo tema en un email enviado por un amigo suizo. Ambos englobaban el concepto del “Slow Down” europeo. Una visión refrescante y renovada del carpe diem; una “actitud sin prisa” enfocada a lograr mayor calidad y productividad con menor estrés y tensión. La reflexión nos invita a evitar el tener que planificar, correr y ganar lo máximo en el menor tiempo posible, dejando siempre para un “más tarde”que no llega, a la persona amada, la familia, los amigos, los hobbies, una buena comida, todo para no perder ese tiempo que la rapidez y la locura de este mundo globalizado, al parecer, nos reclama continuamente. Nos llama a disfrutar de los pequeños placeres cotidianos, la simplicidad de vivir y convivir, trabajando “nuestra calidad de vida”.
Váyase hoy más temprano a casa, cocine algo para su pareja, saboreé un buen vino y disfrute esos momentos. Mañana puede ser muy tarde, como John Lennon decía: "la vida es lo que sucede mientras hacemos planes para el futuro".

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