Los Pobres y el Pan.

hace poco volví a leer la sentencia muy de derecha, que dice: "Dale a un hambriento pan y mañana te preguntará nuevamente. Enseñale a hacer su pan y algún dia te invitará a comer"
Creo que la premisa esta errada. El hambriento no puede aprender o no, de manera eficiente, óptima y profunda, si es efectivamente otra su necesidad. Debieramos no sólo saciar su hambre dándole pan, sino que además, hacerlo sentirse bien, darle afecto, un sentido de seguridad y pertenencia, enseñarle a hacer su propio pan y además cómo eneñarle a otros. Una vez que no se tiene hambre, es posible aprender, efectivamente. Esto último no lo digo yo además lo dice Maslow.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Una cuestión largamente esperada.

¿La filosofía, muerta?